Sugar babies: una lección aprendida
Primeros pasos en la direccíon Sugar Baby
El se presentó como Mark y preguntó:
– No pude dejar de notar el estado que usted está ahora. Por favor, ¿le gustaría entrar y tal vez me diga lo que está pasando?
Yo inmediatamente rechazé la oferta de él, añadiendo que no estaba interesada en las intenciones que tal vez la imagen general de aquella situación pudieran estar sugiriendo. Indiscutiblemente, una escort, tema de tanta disputa entre los opuestos a las sugar babies.
Pero de alguna manera, su sonrisa y la forma en que él me invitó ya habían declarado sus intenciones. Las cuales, tal vez no fueran exactamente como yo de manera instintiva creí que eran.
Unos buenos treinta minutos después estuvimos sentados en la mesa cenando, mientras yo relataba mi historia de vida y de cómo no tenía un plan B, que cubriera ser madre soltera, todavía teniendo que terminar mis estudios.
Con el paso de la noche decidimos encontrarnos en las próximas semanas. Tiempo durante el cual cedí a su manera siempre tan encantadora de hacerme sentir segura y bien cuidada. Yo nunca me sentía tan merecidamente acogida y aceptada. Como si por primera vez sintiera que pertenecía.
Mark me ofreció lo que ningún otro chico joven, volátil e inmaduro nunca me había ofrecido. Él me trató como mujer. En los meses que siguieron, los sentimientos profundos, que sentí por primera vez por él empezaron a desaparecer.
Creo que el primer impacto por haber sido rescatada por mi héroe (con su intención de encontrar sugar babies directamente) se fue y lo que restó fueron sentimientos gentiles y tiernos de uno hacia el otro. Ninguno de estos cambios emocionales desempeñó ningún papel en la forma en que me ayudaría a arreglar mi vida.
Hoy
Mi hija Sahra está sana y bien cuidada y tengo una carrera potencial. Desde entonces, he tenido conocimiento de sitios como Mysugardaddy.eu y conocí a otros hombres en circunstancias similares a las que acabo de describir. Todos ellos tienen papeles especiales y cada uno tiene un lugar especial en mi corazón. Hay una línea de aprendizaje en toda mi primera introducción inadvertida al estilo de vida sugar baby…
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