Sugar Baby, hips don’t lie: una guía para tu lenguaje corporal
Hips don’t lie: lenguaje corporal seductor
¡Ey! Te acuerdas de las situaciones en las que estás en un encuentro súper hot y no sabes qué hacer con las manos. Sí, todos ya estuvimos en situaciones así. Pero aquí está la buena noticia: hay muchas cosas que puedes hacer con las manos y otras partes del cuerpo en una cita. No, diablito malcriado, no estamos hablando de eso todavía. Hips don´t lie, Sugar Baby o Sugar Daddy, por eso aquí te mostramos algunos trucos de lenguaje corporal para que estés tranquilo y confiado durante un encuentro.
Cuando conversamos con alguien por quien estamos interesados, nos agarramos en el hábito inevitable de obsesionarnos acerca de lo que decimos y cómo lo decimos. Sin embargo, muchos estudios han probado que las palabras representan sólo el 7% del total de las señales de comunicación capturadas por el receptor en una interacción. Entonces, ¿cómo podemos comunicar más lo que queremos expresar? Bueno, el tono de voz es igualmente importante: podemos transmitir el mismo mensaje de manera alegre, formal o aburrido, apenas cambiando el tono de la voz. Es por eso que los estudios indican que el tono de voz comunica el 38% de un mensaje. ¡Sí, todo bien! Pero ¿qué pasa con el restante 55% del mensaje? ¡Bien, ahí es donde las caderas no mienten! Déjanos presentarte la poderosa herramienta del idioma corporal:
El contacto visual
En una conversación donde dos toman parte, es importante que el “hablante” se sienta oído y comprendido. Para demostrar que nuestro foco está en la conversación, recurrimos al contacto visual. O sea, mirando a los ojos a la persona que habla, sin mover la mirada hacia un punto colocado detrás de él o en otro sitio. Es importante dominar la diferencia entre el contacto visual y encarar a alguien. Por favor, ¡no encares! Eso indicaría que nos estamos aburriendo y eso puede ser irritante para nuestro compañero de encuentro, que percibirá eso como falta de interés en él. Si el contacto visual es difícil de mantener, trata de enfocar en la punta de la nariz de tu encuentro romántico o mueve tu mirada mientras reflexionas sobre lo que se está diciendo, sin recurrir a un objeto externo.
El amor, la dulzura: sé abierto
Cruzar los brazos, por ejemplo, es claramente una posición que indica proteccionismo, generalmente por miedo a ser juzgado o por amenaza. Esto es inconscientemente traducido por quien te ve como algo negativo, pues eso indica una falta de confianza. Sin embargo, cuando nos exponemos, por ejemplo, abriendo los brazos antes de un abrazo, quedamos vulnerables y comunicamos que confiamos en la otra persona. El mensaje aquí sería: aunque no tengas ninguna razón para confiar en alguien que acabas de conocer, sé positivo, espera lo mejor e intentalo. Por supuesto, la seguridad es primordial.
El lenguaje de las manos
Esconder las manos en los bolsillos también es visto como una amenaza potencial. Las manos son los medios que poseemos para herir a alguien físicamente. Por esa razón, nuestro instinto de supervivencia nos lleva a no confiar en aquellas personas cuyas manos no podemos ver. Esto sucede en un nivel subconsciente, pero tiene un impacto enorme en cómo será percibida una persona por su pareja romántica. Por lo tanto, manten las manos a la vista, aunque estés sosteniendo un objeto en la mano. Es ciertamente una manera importante de garantizar que la otra persona pueda tener pensamientos positivos hacia ti.
En la próxima parte, vamos a continuar con aspectos adicionales del lenguaje corporal que pueden ser igualmente eficaces para comunicarnos mejor en nuestros encuentros.